Los sistemas de seguridad pasiva son un método indirecto para mejorar la protección de hogares y negocios. Garantizar nuestra tranquilidad en casa o en el trabajo es una preocupación recurrente y estos recursos son una de las formas más efectivas de proteger nuestras propiedades. La cualidad principal de estos dispositivos es que actúan sin necesidad de vigilancia constante o intervención por parte del usuario.
Tipos de sistemas de seguridad pasiva
Comúnmente, los sistemas de seguridad pasiva se focalizan en la prevención del acceso no autorizado. Además, se utilizan para reducir el riesgo de intrusos de cualquier índole en un edificio.
Existen diferentes tipos y los más comunes son:
- Puertas y ventanas reforzadas: Fabricadas en materiales resistentes como acero, aluminio o madera. Su diseño estructural es significativamente más sólido que sus análogos convencionales y consta de cerrojos avanzados.
- Barreras físicas: Pueden ser muros, vallas, cercas o cualquier otro tipo de obstáculo diseñado para el acceso no autorizado. Aunque son eficaces para evitar la intrusión, pueden ser un obstáculo para vecinos y visitantes, además de perjudicar sustancialmente al recinto a nivel estético.
- Cerraduras de seguridad: Están diseñadas para ser más difíciles de forzar que las tradicionales. Generalmente, constan de múltiples puntos de bloqueo y pueden complementarse con sistemas de seguridad activa como mecanismos de control de acceso: características avanzadas como biometría, tarjetas de identificación y códigos.
- Alarmas: Las alarmas de carácter pasivo se activarán automáticamente en respuesta a una variedad de circunstancias peligrosas: presencia de intrusos, detección de humo o de gases perjudiciales como el monóxido de carbono. Alertarán a los usuarios sobre el riesgo emitiendo sonidos de alta intensidad.
- Cámaras de vigilancia: Estos dispositivos pueden formar parte de los elementos de seguridad tanto activa como pasiva. Se incluyen en este grupo aquellas que operan de manera automatizada y reaccionan ante algún tipo de intrusión. Normalmente, se vinculan a empresas de vigilancia que monitorearán la situación sin necesidad de intervención del usuario y se personarán en la vivienda o local si fuese necesario.
Ventajas de los sistemas de seguridad pasiva
La principal ventaja de estas instalaciones es, como se ha adelantado previamente, su condición completamente autónoma. Esta característica proporciona una sensación de tranquilidad entre los residentes o empleados, que serán conscientes de la existencia de mecanismos de defensa ante escenarios que escapen de su control.
Otra de sus ventajas es que recurrir a este tipo de tecnología es relativamente económico. Por un lado, la instalación de elementos reforzados como las puertas, ventanas y cerraduras anteriormente descritas, además de contribuir a la protección, resisten significativamente mejor los efectos del paso del tiempo y el desgaste. Esto supone un mantenimiento muy inferior al de sus equivalentes más ordinarios y que la necesidad de reemplazarlos o sustituirlos por daños sea prácticamente nula. Suponen inversiones muy rentables a largo plazo.
Por otro lado, los recursos necesarios para la implementación de cámaras y alarmas en sistemas de seguridad pasiva son notablemente menores en comparación a los de una alternativa vigilancia integral. Muchas competencias son directamente derivadas a empresas encargadas de supervisarlas y controlarlas por lo que, por ejemplo, puede que no necesitemos destinar un espacio para incorporar servidores y una estación de monitorización.
Cómo elegir el mejor sistema de seguridad pasiva para tu hogar o negocio
De cara a configurar la mejor instalación para un hogar o negocio deben tenerse en cuenta diversos factores. En primer lugar, se debe analizar el contexto y las necesidades del emplazamiento. Los requisitos de un hogar situado en una parcela de terreno a las afueras serán muy distintos a los de una casa en un entorno urbano. En el caso de las empresas, reforzar en mayor o menor medida este aspecto depende, comúnmente, de la cantidad de bienes custodiados en el local.
Una vez estudiada la situación de la propiedad, se debe establecer un orden de prioridades, así como un presupuesto. Los dispositivos pueden llegar a ser tan sofisticados como imaginemos, pero no siempre serán pertinentes para corregir las debilidades que hayamos identificado.
En ocasiones la mejor opción puede ser una combinación adecuada de medidas activas y pasivas. Seleccionar correctamente los recursos a nuestra disposición disuadirá en gran medida los intentos de robo, vandalismo y otros delitos relacionados, al mismo tiempo que minimiza el impacto económico que podrían haber ocasionado al propietario.
Instalación de sistemas de seguridad pasiva: ¿Qué debes considerar?
Uno de los aspectos más importantes a la hora de establecer una solución efectiva debe ser la identificación de puntos críticos y vulnerables en la finca o edificio. Una evaluación integral del entorno para detectar puntos ciegos o estructuras más débiles determinará dónde se situarán posteriormente los distintos recursos.
Por otro lado, debemos tener presente no dificultar en exceso la entrada de clientes, en el caso de empresas, o el acceso de los inquilinos, en el de las viviendas. La configuración y el uso de dispositivos de alta tecnología puede resultar realmente compleja para personas de edad avanzada.
La importancia de tener buenos profesionales para la protección de tu hogar.
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